En la era digital, el término fake news (en castellano, noticias falsas) se ha convertido en una preocupación generalizada y constante. La Comisión Europea define este término como noticias que contienen información no veraz o manipulada, a menudo presentadas con apariencia de noticias legítimas para engañar al público.
Para abordar este problema, desde Europa se ha establecido un Código de Buenas Prácticas en materia de desinformación. Este código busca desmonetizar la difusión de desinformación, garantizar la transparencia en la publicidad política, colaborar estrechamente con verificadores de hechos y facilitar el acceso a datos para investigadores
La Federación Internacional de Periodistas ha creado una Guía para enfrentar la desinformación en la era de la posverdad, reconociendo que las plataformas de redes sociales han transformado a los usuarios en productores y consumidores de contenido simultáneamente, lo que ha facilitado la propagación de información falsa o manipulada.
El Parlamento Europeo ha diseñado el documento Cómo detectar que una noticia es falsa, que presenta ocho pasos para detectar noticias falsas de manera efectiva
Otras entidades que luchan contra la desinformación incluyen a EU vs Desinfo, un equipo de expertos con experiencia principalmente en comunicaciones, periodismo, ciencias sociales y estudios ruso que forma parte del servicio diplomático de la UE, o la OTAN, cuyo enfoque clave se basa en dos funciones: Comprender y Comprometerse.