Podemos definir el índice h como un indicador bibliométrico —válido para medir la trayectoria de investigadores, revistas e instituciones— que equipara la cantidad de publicaciones y las citas recibidas por ella, combinando, por tanto, productividad con impacto.
Dicho sistema de medición fue propuesto en 2005 por el físico estadounidense Jorge Hirsch.
Para tratar de subsanar las posibles debilidades atribuidas al índice h, han surgido diversas alternativas. Entre las más conocidas, podemos citar:
- Índice m. También propuesto por Hirsch con el fin de paliar el problema de que los investigadores noveles se vean desfavorecidos en el cálculo del índice h. Es el resultado de dividir h entre el número de años de carrera como investigador, contada a partir de la primera publicación en una revista científica.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que ambos índices miden magnitudes diferentes: el índice h se ocupa del impacto que ha tenido la producción completa de un investigador en su área científica, mientras que el índice m se encarga de medir el impacto durante un periodo de tiempo corto y reciente.
- Índice i10. Hace referencia al número de publicaciones académicas que han recibido al menos diez citas cada una de ellas.
- Índice h5. Se trata del índice h limitado a las citas recibidas por los artículos de un investigador o de una revista en los últimos cinco años naturales completos. De este modo, es posible comparar trayectorias investigadoras (como, por ejemplo, la de un investigador veterano y la de uno joven con cinco años de vida académica serían comparables mucho mejor con el índice h5 que con el índice h).
Además de los mencionados, existen otras variantes, tales como el índice g (propuesto por Leo Egghe en 2006, mucho más complejo en su cálculo y no tan ampliamente aceptado ni extendido), el índice h-core (conjunto de artículos que tienen un número de citas igual o superior al número del índice h), el índice a (número medio de citas que reciben los artículos del h‐core)...
Para calcularlo, tendríamos que seguir los siguientes pasos:
1.- Ordenar nuestras publicaciones según el número de citas recibidas: de mayor a menor.
2.- Numerar las publicaciones: el primer lugar lo ocupará la que tenga el mayor número de citas.
3.- A continuación, habría que comprobar que el número de citas es mayor o igual al número de orden que ha obtenido ese artículo.
4.-Localizar el artículo cuyo número de citas sea inferior a su número de orden, pues ello nos ayudará a determinar el índice h.
5.- El número de orden del artículo que se encuentra justamente encima será el índice h, pues constituye el último punto en el que el número de citas es igual o mayor que la posición.
En el ejemplo, el índice h del investigador o investigadora sería 15. Esto significa que tiene 15 artículos que han recibido un mínimo de 15 citas cada uno.
Entre las fortalezas del índice h podemos destacar las siguientes:
Como puntos débiles del índice h suele mencionarse que: