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Escritura Académica

Fases del proceso

1. Elección del tema.

2. Búsqueda de ideas. Se plantean las ideas iniciales del trabajo, reflexionando sobre qué se quiere escribir. Para ello puedes leer fuentes de información para conocer la temática y extraer ideas.

3. Toma de notas. Se comienza a organizar las ideas extraídas y a establecer relaciones entre ellas, para ello se puede hacer una lluvia de ideas. Hay diferentes formas:

  • Elaboración de listas de palabras o frases sencillas sobre el tema.
  • Escritura libre: escribir de forma espontánea las ideas recogidas sobre el tema a modo de resumen.
  • Elaboración de mapas: partiendo del tema principal, se realiza un mapa o esquema en el que se conectan las ideas entre sí y se extraen sus posibles argumentos. Por tanto, recoge temas, subtemas y argumentos.

4. Organización. Seleccionar qué ideas se van a expresar en el texto: las más relevantes y valiosas, cuáles se van a priorizar y cómo se van a organizar en el texto.

(Correa Restrepo, 2018) 

¡No olvides guardar siempre las fuentes de donde obtengas las ideas, datos y argumentos! 

Puedes consultar las guías de la Biblioteca sobre gestores bibliográficos.

  1. Es el momento de elaborar el primer borrador siguiendo las notas o esquemas elaborados anteriormente (no te encariñes con él porque requerirá de futuras revisiones y modificaciones).
  2. Lee en voz alta o mentalmente lo escrito para revisar la estructura y contenido. ¿Hay apartados que necesitan de mayor explicación? ¿Hay información menos relevante que se pueda eliminar? Reflexiona sobre estas preguntas y ¡reescribe!
  3. Corrige el estilo:
    • Gramática
    • Ortografía
    • Vocabulario
  4. Revisión final.

 

Recuerda que en la escritura académica suele emplearse la tercera persona y la voz impersonal, ya que se trata de dar más importancia al tema que a la voz de quien narra.

 

(Correa Restrepo, 2018)

A la hora de escribir y reescribir un texto académico pueden cometerse algunos errores fácilmente subsanable si somos conscientes de ello. Algunos errores comunes son los siguientes:

  • La autonarración. Es decir, emplear frases en primera persona que normalmente narran cómo descubriste lo que estás escribiendo ("hicimos uso de la variable...", "comparamos..."). La narración debe girar en torno a los datos, no entorno a tu historia. Para ello, se recomienda "reorganizar los contenidos como si hubieras sabido desde el principio qué resultados ibas a obtener" (Ballesteros Pérez, 2021 p.156).
  • Escritura en retales (patchwork). Todo texto académico incluye una revisión de la literatura existente sobre el tema que se esté abordando. Sin embargo, a veces se comete el error de referenciar información en los diferentes párrafos sin ningún hilo conductor. En lugar de hacer un resumen de referencias, se recomienda que elabores un análisis de la información y datos que quieras transmitir a quien lea tu texto.
  • No corregir los comentarios que te haga el profesorado o la persona que esté tutorizando tu investigación.
  • Comenzar a escribir tu trabajo por el resumen, la introducción o las conclusiones y discusiones, estos apartados se recomiendan que sean los últimos para que sintetices y/o analices lo que realmente has abordado en tu trabajo.

(Ballesteros Pérez, 2021)

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