El límite entre el plagio y la investigación ética, a veces, no está claro. Saber cuando estamos cometiendo plagio es el primer paso para prevenirlo.
- Cuando expresamos o presentamos nuestros trabajos o ideas originales..., aunque estén apoyados en el conocimiento generado por otros.
- Cuando presentamos una compilación de resultados o información de una investigación original.
- Cuando utilizamos información de “conocimiento común".
- Cuando usamos información de obras de dominio público, citándolas.
- Utilizar el trabajo de otros – un texto, una imagen, una idea – sin citarlos.
- Presentar trabajos o resultados propios de trabajos anteriores como si fueran actuales sin advertirlo (Autoplagio)
- Los típicos “refritos” de textos de autores ajenos sin reconocimiento de la autoría de los mismos.
- Usar contenidos de Internet (textos, imágenes, vídeos, música), sin citar al autor o la fuente de la que los extraemos (Ciberplagio).
- Parafrasear un texto sin citar a su autor.
- No reconocer el trabajo de colaboradores o coautores.
Aunque no sea plagio, estos usos deben hacerse de forma ética y ello significa al menos citar el autor y la fuente.
Conocimiento común
Los hechos o ideas que puedes encontrar fácilmente en enciclopedias, diccionarios, etc. y que son conocidos por muchas personas, por lo que no habría que citarlos.
La frontera entre lo que se puede considerar o no como "conocimiento común o público", a veces, es difícil de delimitar.
Ante la duda, incluye la cita o referencia bibliográfica o pregunta a tu profesor.
Dominio público
Las obras que ya no están protegidas por el derecho de autor, pueden ser utilizadas sin permiso o sin tener que pagar al autor original, pero siempre debemos citarlas para respetar el derecho moral del autor original al reconocimiento de su autoría. +