La edición científica se ha convertido en un magnífico negocio y esto en ocasiones nos enfrenta a un fraude real. La principal característica de una revista depredadora es que adopta la apariencia de una revista de impacto cuando no lo es:
Según COPE, estas publicaciones académicas falsas carecen de las características habituales de supervisión editorial y políticas y procedimientos operativos transparentes que se esperan de las publicaciones revisadas por pares legítimas.
«Estos editores son depredadores porque su objetivo no es promover, preservar y difundir el conocimiento; al contrario, su objetivo es explotar el “pago por el autor”, un modelo de acceso abierto, en beneficio propio». (Jeffrey Beall)
Por otro lado surgen nuevos modelos de publicación y formatos que diluyen los límites de la edición tradicional y que no deben hacernos confundirlas con revistas depredadoras:
Puedes consultar desde aquí las evidencias de las revistas depredadoras según los 16 Principios de Transparencia de COPE.
Una buena estrategia de publicación te ayuda a evitar las revistas depredadoras. Las bases de datos académicas como WOS, SCOPUS, DOAJ son herramientas útiles para identificar revistas que cumplan todos los estándares de calidad editorial y alto impacto científico ya que evalúan las revistas antes de aceptarlas y las revisan periódicamente.
Si recibes una oferta para publicar de un editor desconocido, comprueba siempre que: